– El árbol del pino, se consideraba en la antigüedad como símbolo de inmortalidad y de fecundidad, era respetado por su capacidad de supervivencia en las tierras menos fecundas y la sorprendente capacidad de multiplicación.
– Hay 110 espécies de pinos diferentes y siete espécies de pino, son nativas y originarias de la península ibérica y zonas aledañas, y han sobrevivido y desarrollado desde tiempos remotos.
Con la realización de este proyecto queremos transmitir plásticamente:
– Cómo le atribuimos al pino, al igual que Rubén Darío, cualidades humanas, personificándolos como si estableciéramos con ellos un intercambio sentimental. Nuestras ilustraciones pretenden expresar la respuesta a lo que nos han sugerido estos árboles. Ya que parece que piensen y sientan, como atestigua la atención que han recibido de poetas y pájaros a lo largo del tiempo.
-Pinos transmisores, portadores y conductores de emociones, sensaciones y recuerdos. Contenedores de profundidad interior. Árbol eterno y sábio que mira al infinito. Árbol puro que se alimenta de la luz de la mañana y del agua que brota del cielo. Rumor
que nos proporciona al estar el viento en calma. Nos sumergiremos en el bosque de los pinos atrapa vientos, sueños, vivencias, sensaciones y emociones.
– El pino en general es el árbol que más prolifera en el Mediterráneo convirtiéndose en su identidad, en la eséncia de la costa Mediterránea, tiene la capacidad a diferencia de otros árboles, de poder ser relacionardo tanto a un paisaje marítimo como montañoso.
– Otro de los puntos interesantes a reflejar, es la gran carga histórica que aportan los pinos (el factor tiempo). Ya que a parte de vivir y compartir distintas generaciones con el entorno y las personas. Poseen las huellas impresas en ellos, reflejando así el paso del tiempo y las vivencias adquiridas que han dejado rastro en ellos.
– Centrándonos en los pinos Mediterráneos cercanos a la costa, creemos que están cargados de romanticismo, nostalgia y esperanza.
Nos pueden remitir a aquellos marineros que se adentran en el mar dependiendo de una climatología y de sus familiares que aguardan su vuelta. Al momento de disfrute, relajación y reflexión que produce el hacer la siesta “debajo de un pino”. A las risas de los niños al coger sus finas espigas, cargadas de connotaciones románticas y buén augurio si separan sus afinadas partes, sin romperlas.
– Fragmentando las partes del pino, nos encontramos con una gran magnitud de simbologías que envuelven a sus piñas. Además de ser utilizadas en las fechas navideñas y como objetos decorativos, tienen una simbología cultural, religiosa, mágica, mitológica y esotérica. Las piñas contienen una gran carga familiar. En las espigas del pino y sus ramas se crea vida y situaciones. Ya que son utilizadas para construir nidos y cobijos entre algunas especies animales.
Su corteza es atractiva, pareciendo tener escamas que brillan, además de las huellas del paso del tiempo. Y su raíz se expande y adapta al sistema rocoso de nuestro entorno.
La fisionomía del pino es frágil pero a la vez, fuerte y recia, combatiendo las inclemencias temporales.