Para la realización de este proyecto, nos hemos inspirado en las canteras de Baleares y en la piedra que de ellas se extrae, el marés.
El marés es muy propio de la zona en la que está ubicado el hotel y es por ello que tanto a nivel conceptual como a nivel gráfico-plástico nos ha resul- tado muy sugerente como idea de partida.
Nos hemos inspirado en la belleza que dejan los cortes y como actúa el paso del tiempo en ellos.
En la combinación y fusión del marés en contacto con el mar.
En cómo el estallido de las olas degradan la piedra de marés generando y creando nuevas formas. Cómo el viento lo golpea, la espuma del agua cho- ca y la brisa lo acaricia.
Realzamos la belleza que proporciona el paso del tiempo en las incisiones cortadas, en cómo la erosión trata la piedra.
Nos genera cierta nostalgia y mirada hacia el pasado, ya que la construc- ción en marés ya pasó a la historia, así como la gran mayoría de canteras de extracción, pues esta materia prima no es interminable y llegado a cierto punto la cantera se agota. Ahora se substituye por el hormigón y otros mate- riales de construcción.
El marés es una arenisca formada principalmente por pequeños fragmentos de fósiles con cementación caliza. Otras veces presenta mezcla de arenas y conchas fósiles, llegando a veces a encontrarse estratos puramente forma- dos por conchas fósiles, de donde se obtienen piezas de gran belleza plásti- ca y dureza.
La extracción de la piedra, a diferencia de lo que sucede con los áridos, no constituye una agresión al territorio. Muy al contrario, las canteras resultan- tes se convierten en espacios de gran interés, susceptibles de permitir usos
muy diversos. Cada cantera tiene propiedades muy diferenciadas, con resis- tencias variables.
Sirven para entender los núcleos poblacionales, los oficios y la tradición constructiva de las Islas.
La forma que cortaban la piedra de marés en las canteras, las grietas y el rasgado que hace el hombre en ella, lo convertimos en concepto artístico. Las canteras nos muestran las marcas en la piedra de la extracción manual, una extracción más antigua que deja una curiosa huella en la pared; junto a los restos de extracción mecánica en dónde es visible la marca de un gran disco cortador a modo de grandes círculos en la roca.
Forman un fascinante paisaje en muchos casos abandonado y desconocido. Por su geometría, fotografía, arquitectura. Por sus laberintos, en los que en- contramos formas inverosímiles tomadas por vegetación y árboles frutales, entre jardines y esculturas.
Paredes de piedra arañadas por heridas seculares, abismos profundos y recorridos laberínticos.
Las canteras de marés reproducen paisajes misteriosos, nos remiten a geo- metrías inverosímiles y levantan las construcciones.
Asombra la verticalidad de las paredes excavadas, cuando nos asomamos a sus bordes y nos adentramos en sus profundidades. Nos disponemos a subir y bajar por irregulares escalones, a diluirnos en sus espacios cúbicos y a recorrer los jardines naturales y artificiales crecidos en este escenario sorprendente.
Es un viaje a los sótanos de la tierra, a la dureza del trabajo y a los entresi- jos de la memoria de la isla.
Las canteras nos llevan a un mundo diferente, un universo de vacíos y for- mas que la imaginación de cada cual se encarga de revestir con sus propias sensaciones.